Módulo III: Educación sexual integral

Tarea final: reflexión higiene femenina

Lectura del artículo del diario El País (2021) «Los profesores solicitan productos de higiene femenina en los colegios para combatir la pobreza menstrual»

La pobreza y la falta de recursos de la familia para afrontar la compra de productos de higiene va a condicionar la asistencia a clase y rendimiento escolar de las niñas. Además, va a crear inseguridad en la alumna y, de una forma u otra, la afectará anímicamente. Los precios de los productos de higiene menstrual son caros y no hay ningún tipo de ayuda destinada a las familias desfavorecidas.

No recuerdo como docente haber hablado en clase del tema de la salud menstrual, quizás porque en mi materia no aparece en los currículos o programaciones. En cuanto a la tutoría, el centro educativo ha organizado talleres en los que especialistas de la salud o expertos psicopedagogos hacen una charla a los chicos y chicas, momento en que, normalmente, el docente no está en el aula, o bien lo lideran profesores de ciencias o biología. Tengo una cierta edad y en mi infancia la regla era claramente un tabú, aunque aún guardo el vivo recuerdo de una profesora que por su cuenta y riesgo no ofreció a unos atónitos niños y niñas de EGB unas valiosas horas de educación sexual en el aula.

Ninguno de los centros en los que he trabajado ha ofrecido u ofrece productos de higiene menstrual de manera generalizada, solo en el caso de que una niña tenga «inesperadamente» la menstruación y lo solicite en conserjería.

Desde hace muchos años se habla de regularizar los precios de estos productos básicos de higiene personal, pero parece que hay intereses económicos detrás, y al final son las mujeres, las niñas y chicas con menos recursos las que deben afrontar sin ningún tipo de ayuda un proceso natural, que pueden vivir como un auténtico suplicio que les condiciona unos días al mes.